8/2/10

algunas carantoñas eróticas entre la literatura y el cine

_Algunas películas se basan en obras teatrales y/o literarias libidinosamente lubricadas, como por ejemplo "Baby doll" (1956) y "Lolita" (1962 y 1997). Basada en una obra del apasionado Tennessee Williams, Baby doll fue dirigida por Elia Kazan y tiene algún parentesco, quizá incestuoso, con la Lolita de Navokov llevada al cine por Kubrick, y décadas más tarde por Adrian Lyne, quizá algo mejor que el propio Kubrick, pero sin alcanzar altas cotas, dicho sea de paso. "Baby doll", sin embargo, es una película que arde, incendiaria, abordando la mezcla irresistible de ingenuidad y crueldad de las comúnmente llamadas lolitas. Mientras las adaptaciones de Lolita pecan de autor y muestran los defectos de Kubrick y Lyne, en "Baby doll" el gran director y delator que fue Kazan saca todo su jugo a una historia recorrida por una volcánica intensidad erótica.
_Más lascivia muestra todavía el impenitente erotómano polaco Walerian Borowczyk en "Cuentos inmorales" (1974) adaptando cuatro relatos de André Pieyre de Mandiargues, aunque lascivia de autor, en cuatro piezas que desbordan placeres con gran refinamiento visual, una ambientación preciosista, cuidando cada detalle con amoroso mimo erótico. En "La bestia" (1975), el director da un paso más allá al adaptar la antigua leyenda francesa La veritable histoire de la Bête de Gévaudan, en la que su refinamiento y preciosismo no se vuelven pacatos ante la sexualidad manifiesta de la bestia, que todos llevamos dentro según sugiere el director. Una película más explícita que tanto puede verse como una de las mayores muestras del visceral y animal impulso erótico que nos recorre como por el contrario una grosera manera de apelar a los instintos más primarios con una coartada simbólica. En cualquier caso una adaptación literaria plagada de pulsiones sexuales.
_Tampoco hay que olvidarse de un par de películas de Pasolini, "Las mil y una noches" (1974), y "Saló y los 120 días de Sodoma" (1975), basadas en el clásico de la literatura árabe y, en parte, en Sade, respectivamente, y que son la cara y la cruz de la sexualidad, su lado más luminoso en la primera y en la segunda su lado más siniestro. Quizá no puede haber dos películas más distintas entre sí, como ya anuncian sus fuentes literarias. En especial la segunda es una de las películas más polémicas de la historia del cine, no apta para todos los públicos y quizá para casi ningún público, y con implicaciones políticas evidentes pero quizá la simbología político-sexual que estableció Pasolini fuera excesivamente repugnante para lograr transmitir algún mensaje efectivo contra capitalismos, fascismos y demás tiranías. Añadir que "Las mil y una noches" culmina la Trilogía de la Vida de Pasolini junto con "El decamerón" (1971) y "Los cuentos de Canterbury" (1972), y que el clásico de la literatura tuvo una estimable adaptación al cine sexual titulada "Las 1001 noches eróticas de Scherezade" (1979) dirigida por Stephen Lukas, estrenada en España con el retraso habitual ¡de cuatro años! en versión S, sin escenas explícitas, lo que por lo que he visto es una desgracia.
_Continuando con este rápido repaso, comentar las adaptaciones que Just Jaeckin hizo de "Emmanuelle" (1974) y poco después con "Historia de O" (1975). La primera, obra de Emmanuelle Arsan, es el clásico del cine erótico e inició una franquicia e imitaciones mil, convirtiendo el erotismo en algo chic y de buen tono gracias a una ambientación, fotografía y música sensual, sofisticada, refinada, tal es su truco, pues sin tratarse de una gran película tuvo la habilidad de pulsar las teclas que la mayoría quería escuchar, y en el momento oportuno. Fenómeno sociológico y sin duda parte ya del inconsciente colectivo, su éxito animó a Jaeckin a emprender con "Historia de O" la adaptación de la novela de Pauline Réage, con lo que el sadomasoquismo más chic se hizo visible y creó cierta estética de sumisión-dominación light. Hay que añadir que a partir de la misma novela, el maestro del cine sexual Gerard Damiano filmó con "Historia de Joanna" (1975) una de las obras maestras del género, y que muchos expertos consideran que una de las mejores películas sobre sadomaso es "The image /The punishment of Anne" (1976), dirigida por Radley Metzger (conocido en el cine sexual como Henry Paris), basada en la novela de Jean de Berg, en realidad Catherine Robbe-Grillet, autoridad mundial en BDSM y esposa de Alain Robbe-Grillet, director de "Deslizamientos progresivos del placer" (1973), una ensoñación sadomasoquista con guión del propio director, escritor clave del nouveau roman francés.
_Sin olvidar la pasión erótica que recorre la filmografía de Buñuel (desde "Un perro andaluz", "La edad de oro", "Simón del desierto" a "Ese oscuro objeto del deseo"), que merecería libros enteros, voy a hacer un zoom al valiosísimo director francés Louis Malle, a través de "Los amantes" (1958), "La pequeña" (1978) y "Herida" (1992). "Los amantes" se basa en Point de lendemain, una novela de Dominique Vivant, y se alza como una de las obras maestras de su autor, que da forma a una revolucionaria y natural historia de amor rodada con gusto, elegancia y abriendo caminos cinematográficos que pocos han sabido seguir con la entidad del propio Malle. En "La pequeña", el francés se basa en la obra teatral de Polly Platt y se adentra con maestría en un burdel, mostrando con naturalidad, tacto y elegancia a una Brooke Shields de trece años, por lo que hay que ser un genio para lograr una película tan luminosa y alegre sin herir sensibilidades. Y Malle demuestra que lo es. Y por último, "Herida" se basa en la novela de Josephine Hart, y es otra obra maestra de Malle, en la que la atracción sexual y la pasión amorosa, incluso la delicada y furiosa flor del romanticismo aflora con una maestría sólo al alcance de los más grandes. Apenas son tres títulos, ¡pero qué títulos!, en una magistral filmografía en la que tampoco se queda atrás "Un soplo en el corazón" (1970), en la que ilumina el tabú del amor familiar con una alegría de vivir que suele echarse en falta en el cine en general y en el sexual actual, aunque es cierto que el cine sexual abordó este tema en la trilogía "Taboo 1-3" (1980-84), dirigidas con bastante éxito por Kirdy Stevens.
_Y por último, sin agotar desde luego este tema, citar a otro cineasta cuyo erotismo recorre una filmografía más que interesante, Roman Polanski, y en especial su "Lunas de hiel" (1992), que adapta la novela de Pascal Bruckner consiguiendo una película magistral, de una intensidad erótica que recorre prácticamente el abecedario entero, adentrándose en una relación que atraviesa considerables cimas y abismos con la voracidad y la velocidad de la pasión erótica.
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